Una de las aplicaciones de los ultrasonidos es la realización de ecografías de mamas. Estas permiten el estudio bilateral de las mamas en toda su extensión. Aunque las mamografías son más eficaces para detectar la presencia de nódulos, especialmente los muy pequeños, una vez detectados las ecografías son capaces de distinguir entre tumores sólidos y quistes.
Hay que tener claro que, aunque la ecografía permite ver lesiones en tejidos densos donde la mamografía no lo conseguiría, la ecografía no es un adecuado sustituto para la mamografía en el despistaje del cáncer de mama. Esto es debido a que en la ecografía es muy difícil detectar las microcalcificaciones que constituyen uno de los signos de un tipo de cáncer muy frecuente y que sí se detectan en la mamografía. Además, al realizarse manualmente, cabe la posibilidad de pasar por alto el sitio exacto donde pueda estar localizada una pequeña lesión, especialmente en pechos con predominio de grasa.
¿Cuándo se debe hacer una ecografía mamaria?
Es recomendable realizar ecografía de mamas siempre que se detecte un bulto o inflamación en la mama en mujeres jóvenes y en embarazadas; cuando en mujeres de más de 35 años se detecte un bulto o lesión que no se visualice en la mamografía o si esta no nos da suficiente información acerca de su naturaleza; en mujeres que tengan secreción por el pezón, sea acuosa o sanguinolenta.
También es útil la ecografía para guiar la toma de muestras o biopsias: dirigir la punción de un nódulo de cara a la obtención de células para el estudio patológico, para la aspiración de un quiste, y para drenarlo extrayendo su contenido para el estudio citopatológico.
Y, aunque no es, de momento, la práctica habitual, hay especialistas que opinan que es recomendable recurrir a la ecografía mamaria de forma complementaria siempre que en la mamografía aparezca tejido denso que pueda ocultar pequeñas lesiones.
Preparación para el examen.
No se debe aplicar cremas ni talcos en las mamas ni en las axilas, e incluso se debe prescindir de aplicar desodorantes. Es preferible retirar joyas y adornos de cuello y pecho.
Realización del examen.
Para la exploración con el transductor, la mujer debe permanecer acostada, con los brazos tras la cabeza y el pecho descubierto. Se aplica un gel para favorecer la transmisión y recepción de los ultrasonidos y durante el examen puede que se solicite a la paciente que se voltee a derecha e izquierda para obtener imágenes de todo el tejido mamario.
¿Quién debe hacer la ecografía mamaria?
Aunque la ecografía es una prueba aparentemente fácil de realizar, y por ello es utilizada por muchos médicos de diferentes especialidades en sus consultas, para que sea realmente útil depende en gran medida de la experiencia de quien la realiza. Por otra parte la ecografía mamaria es una técnica complementaria principalmente de la mamografía, ya que si se hace la ecografía sin haber visto la mamografía podemos pasar por alto la presencia de problemas. Por todas estas razones es preferible que la ecografía de mama la realicen médicos radiólogos experimentados y especializados en las enfermedades de la mama y a ser posible en el mismo lugar donde se realice la mamografía junto con otras posibles pruebas que decida el radiólogo.